Continúo a paso lento por ésta callejuela inundada de grises recuerdos que reflejan el oscuro cielo.
 De la misma manera en que gotas de lluvia y lágrimas se deslizan por mi rostro, hojas caen de sus arboles y pensamientos del pasado fluyen una vez más para asà atacar mi presente.
Extraño el  lento y tibio contacto de mis labios con los tuyos y sentir la representación de tus pensamientos en mi piel.
De pronto el sentimiento de tristeza se convierte en una irrefrenable ira que amenaza con arrebatarme la cordura, cordura que irónicamente ya he perdido y que es la causante de encontrarme aquÃ.
Verte en otros brazos es lo único de ti que quiero olvidar y el más grande precio que tuve que pagar por mis transgresiones.
Créeme, si hubiera otra forma de olvidar la tomarÃa de inmediato.
Ésta necesidad que me invade y va mas allá de los lÃmites no es normal.
Necesidad de verte, escucharte y tenerte por última vez.
Piso un charco y despierto de éste ensimismamiento, miro alrededor y detallo la acera de enfrente dónde un par de ancianos caminan juntos bajo un paraguas...
En sollozos deseo que termine.
